Por: Alvaro Izaguirre
@Alvaro_Contable
Cuando
en la vida se atraviesa la juventud, pareciera tenerse todo bajo
control, la ecuación perfecta es vivir el
hoy con cero preocupaciones por el futuro,
uno llega a pensar que siempre será joven.
El
hecho de no hacer un presupuesto, un control de gastos es determinante pues
quien no tenga noción de lo sus ingresos con relación a sus gastos simplemente será
víctima del sobregiro y no habrá dinero que le alcance.
Definitivamente
llevar este tipo de controles resulta engorroso, pero es más engorroso no poder
llegar a fin de mes.
Decía
el Pastor Jorge H. López, si la sabana es pequeña hay que encoger las piernas
para no pasar frio, siempre existirán opciones más económicas para todo.
En una ocasión mencionaba el Apóstol Sergio Enríquez,
que “La experiencia entra por el pellejo”.
Pensé que no debería ser así, pero la experiencia misma me indica que sí.
Me gusta
un pensamiento del Dr. Eduardo Palacios, que dice ojos de no ven, bolsa que no
gasta. Realmente es un principio de lógica financiera.
EL TIEMPO
Uno
de los elementos más valiosos en la vida es el tiempo, hasta existe un dicho
que indica, “El tiempo perdido hasta los santos lo lloran”. Como seres humanos
hemos desperdiciado este recurso a más no poder; sin embargo en la biblia
encontramos un principio que dice que Dios restituirá los años que se comió la Oruga,
el saltón y el revoltón -JOEL 2:25-.
“La
siembra y la cosecha en relación al tiempo”. Cuando sembramos tiempo cosecharemos
tiempo. El buscar al Señor representa una siembra de tiempo, en consecuencia,
el fruto que cosechamos es tiempo, incluso para reponer el tiempo que hubiéramos
perdido.
Nunca
es tarde para empezar o reiniciar los proyectos, siempre es importante hacer un inventario para
comprender como en realidad tenemos más de lo pensamos.
En
el Programa Zona Cero de Radio Ilumina, mencionaban sobre ser emprendedores.
A título personal esa parte me ha costado mucho, será mi temperamento, serán
las malas experiencias, la estadística indica que el emprendurismo no es
patrimonio de multitudes.
Sin
embargo mi conciencia me hace ver que ese es el camino para generar más
recursos, hay que emprender.
En
un tiempo le tuve pánico al desempleo, pero un día me quede sin trabajo y se me quitó, porque entendí que Dios es quien me sostiene, y que a pesar de al buscar trabajo muchas
puertas permanecian cerradas esto también fue parte de la misericordia de
Dios, para enseñarme que las cosas no son en mi tiempo sino en el de EL.
Aprendí
además de que la capacitación en la vida debe ser constante, que la superación no
es una opción sino una obligación. Que no puedo hacer nada por la leche
derramada, pero en Cristo Jesús tengo el poder de transformar lo malo en bueno.
Para
finalizar quiero recordar una anécdota que relató el Dr. Harold Caballeros,
contó que luego de una conferencia sobre la importancia del ahorro y fondos de
retiro para la vejez, una señora de unos 50 años se le acercó y le dijo, Hno.
Harold, en mi vida he despilfarrado mis recursos, nunca he ahorrado un solo
centavo. El Dr. Le contestó. “Empiece hoy mismo” no hay tiempo que perder.